Seguramente, muchos de vosotros sois aficionados al cocooning sin saberlo. Hoy en nuestro blog te contamos en qué consiste esta tendencia social que está cada vez más de moda.
El término cocooning viene de la palabra cocoon (capullo, como el de los gusanos) y fue acuñado en los años ochenta por Faith Popcorn, una buscadora de tendencia y experta en marketing, y que ya vaticinó que esta tendencia se extendería y desembocaría en un aumento de las compras desde casa y del comercio electrónico. Tras los locos años 70 donde la vida nocturna en discotecas y fiestas era lo habitual, los 80 dieron paso a un cambio profundo en la sociedad que prefería disfrutar de una vida más tranquila en hogares donde, cada vez más, lo tenían todo a su alcance.
La expansión de internet, los avances digitales y, en este último tiempo, la pandemia ha convertido al cocooning en una forma de vida más valorada y mucho más deseada. La palabra cocooning hace referencia a la acción de esconderse o guardarse y se usa para expresar el gusto por quedarse en casa y disfrutar de nuestro hogar en el que nos sentimos más a gusto que en ningún otro sitio. El cocooning entiende nuestro hogar como nuestro refugio, un refugio para ayudarnos a escapar del mundo exterior, del ruido y del ritmo vertiginoso.
Las viviendas cocooning están decoradas con colores claros y apuestan por el orden, la simplicidad y el confort.
Qué provoca el cocooning en la actualidad
Durante mucho tiempo practicamos el cocooning por necesidad. La pandemia nos obligó a quedarnos en casa y a ver nuestro hogar con otros ojos. Nos ayudó a valorarlo mucho más y a disfrutar plenamente de él. Tras los meses de confinamiento, estar en casa se ha convertido en todo un placer. Además, la expansión en Internet y la revolución digital nos han permitido sentir que todo lo que necesitemos podemos tenerlo en casa. Y no solo nos referimos a compras o comida. El entretenimiento también lo hemos trasladado a nuestro hogar gracias a las plataformas de streaming, que han visto como su número de clientes no para de crecer en los últimos años.
El cocooning o también conocido actualmente como nesting, ha derivado en una forma de decoración que busca encontrar espacios que estimulen el descanso, la paz y el bienestar. El objetivo no es vivir en pisos o casas grandes, sino que se busca que estos sean cómodos y cálidos. Para relajarse y desconectar no hace falta vivir en la montaña, el estilo cocooning se puede trasladar a tu piso de ciudad. Es más un concepto o una sensación que una ubicación. El cocooning entiende que tu hogar es tu templo, esté donde esté.
Las viviendas cocooning tienen un marcado estilo nórdico, que se caracteriza por hacer vida en el interior de los hogares.
¿Tiene el cocooning algún efecto negativo?
Los expertos aseguran que el cocooning es muy recomendable para personas con una vida muy ajetreada y con agendas apretadas y que no son capaces de parar, relajarse y descansar. Para ellos, disfrutar de momentos en su hogar les permite aprender y reflexionar acerca de la necesidad de poner freno.
En cambio, en personas con escasa vida social y a las que les cuesta socializar y relacionarse o que incluso sufren una soledad no deseada, el cocooning es contraproducente. De hecho, puede provocar que personas o familias se centren demasiado en ellos mismos. Lo ideal es, como en casi todo, la búsqueda del equilibrio: socializar y comunicarse pero entender que nuestro hogar es nuestro espacio de paz y tranquilidad y que cuando estemos en él, debemos disfrutarlo y apreciarlo.
Y tú, ¿practicas el cocooning sin saberlo? ¿Estás plenamente feliz en tu hogar? Si aún no has encontrado el hogar donde practicar el cocooning al 100% y sentirte realmente en paz, contacta con uno de nuestros asesores y te ayudará a encontrar la casa de tus sueños.
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