¿Has oído hablar del interiorismo emocional? Se trata de una fusión entre la optimización del espacio y la decoración emocional con el objetivo de que quien habite ese hogar se sienta a gusto en todos y cada uno de los espacios de su casa.
El interiorismo emocional se encarga de trabajar los espacios y los elementos que ocupan dicho espacio de una manera más profunda. La finalidad de ello es convertir las estancias de tu casa en lugares que mejoren tu energía y provoquen una sensación de bienestar y paz interior. No basta solo con decorar de forma armoniosa aprovechando espacios, sino que el fin es aprovechar las dimensiones de las estancias y los elementos que hay en su interior para conseguir que la mente se calme, ayudándonos a concentrarnos en disfrutar de la función para la que se ha creado y decorado cada rincón. Es decir, en la cocina para concentrarse elaborando exquisitas recetas o en la habitación de matrimonio invitando a disfrutar de un sueño relajado. Cada rincón de nuestro hogar tiene una función específica y, a través del interiorismo emocional se quiere conseguir sacarle el máximo provecho a dicha función para conseguir vivir en armonía.
El entorno influye en nuestras emociones
Es evidente que el sitio donde estamos en cada momento influye en nuestras emociones. De hecho, está demostrado que nuestro estado de ánimo guarda una relación directa con los objetos y espacios que nos rodean. Necesitamos sentir a cada momento que estamos en el lugar adecuado. Por ello, es tan importante dedicarle la atención que merece la decoración de interiores de nuestro hogar, porque de ella dependerán nuestras emociones, sentimientos, pensamientos y conductas.
Elementos a tener en cuenta en el interiorismo emocional
Hay una serie de aspectos que debemos poner en práctica si queremos aplicar el interiorismo emocional en nuestro hogar.
- Las formas puntiagudas y rectas con ángulos marcados, provocan estrés. En cambio, las formas suaves y redondeadas invitan a la calma.
- Los espacios grandes y bien iluminados estimulan la creatividad y previenen la depresión. Si puede ser mejor disfrutar de luz natural que de luz artificial. En el caso de la luz artificial, mejor optar por una iluminación más cálida. Aprovechemos siempre que podamos la luz natural, ya que activa nuestro sistema inmunitario y aporta optimismo y alegría.
- Los techos altos nos ayudan a que seamos más creativos. En cambio, los bajos favorecen la concentración y el trabajo diario más mecánico.
- Disfrutar de poder ver paisajes verdes desde las ventanas de nuestro hogar estimula la atención y la memoria en los niños. En los mayores tiene efectos relajantes. También es importante que llenemos nuestro hogar con plantas que purifiquen el aire y eliminen sustancias nocivas.
- Algo tan simple como el orden puede ayudarnos a sentirnos en paz y en calma en nuestro hogar. Los espacios ordenados, además de ser más prácticos, facilitan la vida. El secreto está en organizar el entorno y poner cada cosa en su sitio.
- La distribución de los elementos es clave en el interiorismo emocional. Una mala organización del mobiliario puede bloquear la luz e interferir en la visión global de la estancia, creando sensación de agobio y malestar.
- Los colores son uno de los aspectos más valiosos a la hora de decorar nuestro hogar basándonos en el interiorismo emocional. Los colores, utilizados con criterio, pueden ayudarnos a ver mayor un espacio o a que sintamos mayor calma o dinamismo.
- En el interiorismo emocional también se tiene en cuenta el ruido del entorno. Si hay mucho ruido exterior, nuestra sensación de calma y bienestar no llegará nunca. Por ello, es fundamental invertir en cerramientos que permitan que tengamos tranquilidad acústica en nuestra casa.
- Debemos prestarle una especial atención a los objetos decorativos porque son más relevantes de lo que pensamos. De hecho, algunos pueden provocarnos emociones negativas o, a pesar de haberlos adquirido con mucho amor, no tienen nada que ver con la decoración ni el estilo de nuestro hogar. Es importante prescindir de los objetos de decoración que no nos transmitan bienestar aunque nos pese.
- Debemos reparar las cosas en mal estado. Cualquier cosa que no funcione o se halla desgastado por el paso del tiempo tiene que ser reparada o eliminada de nuestro hogar si queremos sentirnos emocionalmente a gusto en nuestra casa.
¿Qué te han parecido estos consejos sobre interiorismo emocional? ¿Los llevas a la práctica en tu casa? Si te gusta leer este tipo de artículos no dejes de leer nuestro blog.