
El medio «Economía Digital» recogía el pasado día 16 las declaraciones de Ricardo Sousa, CEO de CENTURY 21 España a Business Insider España acerca del alto porcentaje de personas (superior al 60%) que se plantean cambiar de casa tras los meses de confinamiento.
Y sin embargo ese deseo no se ha visto materializado durante el 2020, un año marcado en gran medida por la pandemia, que vió las cifras de venta de vivienda más bajas desde 2016, una tendencia que, en los meses de noviembre y diciembre, parece haber recobrado cierta animación. Tradicionalmente son meses en los que la compraventa sufre un significativo retroceso (en 2018 llegó a bajar casi un 20%) y el año pasado han tenido una disminución por debajo del 9% lo cual parece augurar una recuperación de las fuerzas.
Según este medio, hay varios factores para valorar el porqué de ese desequilibrio entre el deseo de cambio de vivienda y su no materialización.
Por un lado, las restricciones a la movilidad paralizaron el arranque de un 2020 que registró en enero, con 46.900 operaciones, un 34,8% más de compraventas de vivienda que en el mes anterior llegando en mayo a su punto más bajo con solo 22.400 transacciones. Tras estos meses la dinámica siguió una tendencia al alza, marcada por los vaivenes de los diversos confinamientos lo que ayudó a que la caída de 2020 se quedara casi a un 8% por encima del hundimiento de las compraventas que se registró durante la crisis de 2008.
Es innegable la importancia a considerar de la fuerza con la que diversas comunidades autónomas han marcado la tendencia en esa recuperación de final de año en que sólo Baleares, Canarias, Navarra y País Vasco tienen un porcentaje de descenso superior al 2%.
Por lo que respecta al tipo de vivienda, tanto la de segunda mano como la vivienda nueva han experimentado un retroceso en sus ventas. Pero los inmuebles de nueva construcción han aguantado los efectos de la crisis con mayor solidez, retrocediendo un 11,2% frente al 19,2% de la vivienda usada.
Algo similar sucede entre la vivienda libre y la vivienda protegida. Mientras que el retroceso en la primera es del orden de un 17,3% menor que el año anterior, la vivienda protegida supone apenas un 9% del mercadocon un descenso de ventas del 22,4%.
En resumen, ha sido un año desconcertante y difícil, pero algunas tendencias y las mejores perspectivas para 2021 parecen dejar cierto espacio para el optimismo.